En su primer discurso ante la Asamblea General, el primer ministro de Israel mandó un mensaje clave al mundo: Las palabras no impiden que las centrifugadoras giren. Irán entendió el mensaje.
Irán está violando los acuerdos con el organismo de control nuclear de la ONU "y se está saliendo con la suya".
"Acosan a los inspectores y sabotean sus investigaciones, y se están saliendo con la suya", declaró. "Enriquecen uranio al nivel del 60 por ciento, que es un paso menos que el material apto para armas, y se están saliendo con la suya".
"El programa nuclear de Irán ha marcado un hito y también nuestra tolerancia. Las palabras no impiden que las centrifugadoras giren ", dijo, dando a entender que Israel podría actuar contra el programa nuclear de Irán.
"No permitiremos que Irán adquiera un arma nuclear", agregó.
"Si nos concentramos en ello, si nos tomamos en serio detenerlo, si usamos todo nuestro ingenio, podemos prevalecer", dijo, señalando que Israel quiere una respuesta conjunta con otros países y la comunidad internacional.
El primer ministro Naftali Bennett advirtió el lunes a la Asamblea General de las Naciones Unidas que el programa de armas nucleares de Irán se encuentra en un "punto crítico".
En su primer discurso al foro anual, Bennett se centró en gran medida en Irán, destacando la financiación de Teherán de representantes como Hezbolá, las milicias chiítas, la Jihad Islámica y Hamas.
"Irán busca dominar la región, y busca hacerlo bajo un paraguas nuclear", dijo Bennett. "Durante las últimas tres décadas, Irán ha extendido su matanza y destrucción por Oriente Medio, país tras país: Líbano. Irak. Siria. Yemen. Y Gaza ".
Bennett comparó lo que llamó el "toque mullah" de Irán con el toque de Midas de la mitología griega: "Cada lugar que Irán toca, falla".
Hizo hincapié en los ataques de vehículos aéreos no tripulados iraníes contra la navegación civil, objetivos saudíes y estadounidenses, antes de dirigirse al nuevo presidente iraní Ebrahim Raisi y su historial de derechos humanos.
"En 1988, Irán creó una comisión de la muerte que ordenó el asesinato en masa de 5.000 activistas políticos", dijo el primer ministro. "Fueron colgados de las grúas".
"Esta comisión de la muerte estaba formada por cuatro personas. Ebrahim Raisi, el nuevo presidente de Irán, fue uno de ellos ".
"Uno de los testigos de esta masacre", continuó Bennett, "declaró en su testimonio, que cuando Raisi terminaba una ronda de asesinatos, organizaba una fiesta, se guardaba el dinero de los que acababa de ejecutar … y luego se sentaba comer pasteles de crema ".
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